¿Puede España garantizar el suministro eléctrico para los centros de datos?
Summary
La fusión resulta ser una oportunidad adicional desde el punto de vista de robustez del sistema y soberanía energética, ya que Europa podría asumir el liderazgo en su desarrollo, sin depender de terceros países.
<p><img alt="" src="https://cdn.elperiodicodelaenergia.com/2024/02/316180.jpg" /></p><p>El auge de los centros de datos (que albergan servidores y equipos informáticos necesarios para almacenar la información digital) está impulsando un aumento de la demanda eléctrica en varias regiones a nivel mundial. Además, las grandes empresas que poseen estos centros de datos tienen el incentivo de descarbonizar sus operaciones (ya sea porque así lo exige la legislación vigente o para cumplir con sus propios objetivos de sostenibilidad). Ante esta necesidad, energías renovables como la eólica, la solar o las baterías no son capaces de proveer de forma competitiva y a gran escala electricidad estable y distribuible.</p>
<h3><strong>La energía de fusión puede ser una alternativa real</strong></h3>
<p>Desde Gauss Fusion tenemos la visión de que la fusión puede ser la respuesta a largo plazo para cubrir el impulso de la demanda eléctrica generada por el incremento de los centros de datos con generación de electricidad estable libre de CO2. Además, la fusión resulta ser una oportunidad adicional desde el punto de vista de robustez del sistema y soberanía energética, ya que Europa podría asumir el liderazgo en su desarrollo, sin depender de terceros países.</p>
<p>A pesar de esta visión sobre la fusión, creo que otras alternativas como los reactores modulares pequeños (SMRs) pueden dar una respuesta a corto y medio plazo para cubrir la creciente demanda eléctrica. Esto es, los considero como aliados en la transición energética, pudiendo ser responsables de una contribución importante para descentralizar la energía, acercando la producción a grandes polos industriales y urbanos —especialmente en regiones donde no caben macro centrales— y facilitar la integración de la fusión en la red, sin duda.</p>
<p>La sociedad española (y europea) está evolucionando hacia una economía profundamente digitalizada, con una expansión masiva de centros de datos. Entre 2012 y 2019, el consumo energético de los centros de datos se duplicó cada 3,4 meses, impulsado por las exigencias del entrenamiento de modelos de inteligencia artificial.</p>
<p>Según diferentes informes, hasta el 2030 hay previstas inversiones de más de 58.000 millones de euros en España para impulsar más de medio centenar de centros de datos. Sólo Amazon Web Services (AWS) anunció más de 15.000 millones de inversión para sus centros de datos en Zaragoza. En Europa la tendencia también es creciente. Para los próximos años la demanda energética de los centros de datos europeos pasará de 10 GW en 2023 a 35 GW en 2030. Y, de mantenerse esta tendencia, el consumo eléctrico en el continente podría dispararse entre un 25 % y un 75 % de aquí a 2050.</p>
<p>Además del auge de los centros de datos, hay una clara tendencia de digitalización de muchas verticales de nuestra economía y electrificación del transporte. Todo esto impulsa una demanda eléctrica sin precedentes que sólo puede cubrirse con fuentes estables, limpias y abundantes. Ante este panorama, es normal que surja la siguiente pregunta: ¿hay suficiente capacidad de generación de electricidad estable y libre de CO2 para satisfacer toda esta demanda en España?</p>
<blockquote><p>El redactor recomienda: </p><ul><li><a href="https://elperiodicodelaenergia.com/la-fiebre-de-la-ia-impulsa-la-demanda-electrica-de-europa-los-centros-de-datos-necesitan-mas-nuclear-renovables-y-baterias/">La fiebre de la IA impulsa la demanda eléctrica de Europa: los centros de datos necesitan más nuclear, renovables y baterías</a></li><li><a href="https://elperiodicodelaenergia.com/los-centros-de-datos-advierten-de-que-la-saturacion-de-la-red-electrica-amenaza-58-000-millones-de-euros-de-inversion/">Los centros de datos advierten de que la saturación de la red eléctrica amenaza 58.000 millones de euros de inversión</a></li><li><a href="https://elperiodicodelaenergia.com/la-industria-no-tiene-donde-conectarse-nueve-de-cada-10-peticiones-de-acceso-a-la-red-electrica-son-rechazadas/">La industria no tiene donde conectarse: nueve de cada 10 peticiones de acceso a la red eléctrica son rechazadas</a></li></ul></blockquote><p>Como CEO de Gauss Fusion, mi respuesta es clara. Falta mucho recorrido para que la generación de energía en España (y en Europa) pueda cubrir las proyecciones de demanda energética de esta nueva realidad cumpliendo con criterios suficientes de estabilidad del sistema, competitividad y no emisión de gases de efecto invernadero. Ahondando en esta realidad, me remito también al informe <em>Mercado Ibérico de Centros de Datos: Spain Comes of Age</em> de Colliers, que ya pone de manifiesto retos como las limitaciones del suministro energético y la necesidad de eficiencia operativa.</p>
<p>A modo de ejemplo para mostrar el impacto sobre la infraestructura energética que tiene esta nueva realidad digital, podemos considerar el reciente acuerdo de servicios en la nube entre Open AI y Oracle. Dentro del acuerdo, la compañía de Larry Ellison (Oracle) se compromete a contar con una capacidad de 4,5 gigavatios. Esto es comparable a la potencia eléctrica instalada de cuatro de los siete reactores que ya tenemos en España.</p>
<h3><strong>Independencia energética y seguridad europea</strong></h3>
<p>Si algo nos enseñan incidentes como el apagón que dejo a oscuras a España y Portugal, es que no podemos seguir dependiendo de fuentes de energía vulnerables o sistemas frágiles. Creo que la solución es avanzar con determinación hacia una nueva era energética. La fusión nuclear ya no pertenece al terreno de la ciencia ficción: es una alternativa real, segura y alineada con los principios de sostenibilidad. Representa el complemento ideal para un mix energético que no puede basarse exclusivamente en fuentes renovables como la solar o la eólica. Aunque esenciales, estas son intermitentes y dependen de costosas infraestructuras de almacenamiento y distribución.</p>
<p>La fusión, en cambio, ofrece una generación continua, programable y sin emisiones ni residuos de larga duración. No requiere tierras raras ni uranio, no depende de importaciones estratégicas y puede desarrollarse íntegramente dentro de una cadena industrial europea, reforzando la autonomía energética del continente.</p>
<p>No se trata solo de evitar apagones, sino de construir un modelo energético sólido, capaz de afrontar los desafíos del futuro y alineado con una visión europea más resiliente, sostenible y autosuficiente. En un momento en el que Europa discute su inversión estratégica en defensa, conviene recordar que pocas infraestructuras son tan críticas como una red energética independiente y fiable. La energía de fusión no solo puede convertirse en uno de sus pilares clave, sino que también puede actuar como catalizador de transformación tecnológica, social y económica.</p>
<p>Si Europa no quiere volver a quedarse atrás —como ya ha ocurrido en la carrera por la inteligencia artificial frente a Estados Unidos o China—, tiene la obligación de liderar la industrialización de la energía de fusión. El reto es claro: sacarla del laboratorio y llevarla a la realidad industrial. Para ello hacen falta visión, compromiso institucional y, sobre todo, decisiones valientes que se tomen ahora, no dentro de una década. Porque el futuro energético de Europa no puede seguir aplazándose.</p>
<p>De las más de cincuenta empresas que hoy lideran el desarrollo de tecnologías de fusión, el 85 % tiene su sede en Estados Unidos, donde la inversión privada ya supera los 8.000 millones de dólares. En Europa, en cambio, ni siquiera se ha alcanzado el 15 % de esa cifra. Esta asimetría en la inversión amenaza con relegar a Europa a un papel secundario en una tecnología clave para su futuro energético e industrial.</p>
<p>Estoy convencida de que el desarrollo de la energía de fusión representa una oportunidad única para reforzar la estabilidad del continente, garantizar su soberanía energética a largo plazo, e impulsar la digitalización de la economía permitiendo, por ejemplo, la implantación masiva de los centros de datos.</p>
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<p><em><strong>Milena Roveda es CEO de Gauss Fusion y presidenta de la Asociación Europea de Fusión</strong></em></p>
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